3.1 EL AMOR SE CAE
"Llegó el momento de tomar las riendas de mi propio camino"...
Todo es abrumador, vivir el amor en secreto y engañándome a mi mismo lo vuelve lleno de dolor e incomprensión.
Había una reunión de arte de Marie - Claire (la esposa de Franz) y para evitar sospechas él insistió a Sabina en que asistiera... en realidad nadie en su vida sospechaba siquiera que el podría tener amante. Pero de ahí empezó a decaer ese amor, pues al tenerlas en el mismo espacio puso en una balanza el peso de sus amores, y Sabina hacía que cayera en una ridícula diagonal, ni la hija, ni sus años de matrimonio y compañía de su esposa pudieron contra eso.
Llegó la hora de decir la verdad, gritaré que amo como nunca he amado... amo a Sabina.
Pero nada, indiferente, parecía como si la mujer lo supiera desde hace tiempo, no le sorprendió ni le afectó. Solo dijo... "¿Y quién es?". Tan si quiera hubiera llorado un poco, pero tampoco. Al menos aún faltaba gozar del gusto de contarle a su amante que no tenían que esconder más su amor, tomó la rienda y organizó una romántica cita en algún hotel de la ciudad. Al contarle a su amante esta permaneció seria, quizá tanta impresión la dejó perpleja por qué en la noche le hizo el amor como nunca jamás lo habían hecho, fue salvaje y apasionado. Él estaba feliz por fin, era libre, era sincero, era amor.
El amor del adiós. - desde la desnudez de Sabina.
Hacer el amor del adiós... Todo se había arruinado, el gusto de Sabina por la intimidad era sagrado. Pero por cómo le relató Franz su confesión a la esposa sabia que ahora tenia a una mujer engañada, a una hija abandonada y amantes del arte en contra de ella, todo por no respetar la hermosura de la intimidad secreta. Así con sus nuevos enemigos tomó la decisión de soltar esa relación, una vez más se dejaba llevar por la TRAICIÓN que en ese momento le pareció mas atractiva y seductora que una relación seria con Franz. Lo tenía todo, pero por eso carecía de valentía, tal vez era tan perfecto en su ámbito laboral, que le quitaba esa rebeldía y ferocidad a la que ella pertenecía.
Después de la confesión, Franz fue a buscarla durante toda una semana a su casa y no la encontró, el quería salir de su casa y vivir con ella... ser libre, pero ella solo huyó. Él hizo su vida y consiguió compañía de una alumna que lo admiraba, seguía siendo excelente en su trabajo con la diferencia de que todo lo que hacía, cada párrafo que redactaba era para ella. Para que Sabina lo viera, así que aún, con su nueva joven amante, visitaban en Ginebra reuniones de checos manifestantes, la alumna no lo sabía, pero era para recordarla.
Pensamiento extra."Los años han pasado, llevo mucho tiempo sola y vino a visitarme el hijo de Tomás y Teresa, el sabía que era cercana a su papá. Solo me contó que se accidentaron y ya no viven más. Ahora paseo por el cementerio y me doy cuenta de que Franz siempre tuvo la razón, los cementerios son tristes y ajenos, quizás si hubiera tenido tolerancia, hubiéramos
comprendido nuestros vocabularios y no estaría sola paseando por aquí.
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